[Marzo, ciudad vallisoletana]
El autobús se marchaba veloz tras dejar en el recinto ferial
a todos aquellos pasajeros que al igual que yo venían un año más al salón del
comic. A medida que caminaba me concienciaba de la longitud de la cola que se
extendía desde la taquilla. Había quedado allí con unos amigos pero no era
capaz de localizarles entre aquel cúmulo de gente.
-¡Eli, estamos aquí!- una mano se alzaba a no mucha
distancia de donde me encontraba. Y como no podía ser de otra manera, ellos me
habían visto antes que yo a ellos.
-¿Preparada?- Fran, con aquella pregunta despertó sobre mi
persona un sentimiento de desconfianza que resultaba bastante gracioso por mi
expresión. Llevaba esperando este evento más de un mes y no disimulaba en
absoluto las ganas.
-Claro que si. Yo, al contrario que otros, nací preparada-.
Entonces una sonrisa tomó mi rostro dejando al descubierto dos brillantes
colmillos.
-Vaya, parecen auténticos. A mi cuello no te acerques, o te
llevas un estacazo- Lidia retrocedía con una media sonrisa.
-Pero si te encanta tenerme encima de ti-. Unos tentadores
morritos terminaron aquella intervención con Linda entre mis brazos. Fran y
Alex nos miraban, y por la forma en la que se cruzaron sus miradas ya habían
encontrado la punta a esa frase. -Chicos, son tan simples-.
Habíamos quedado antes para coger buena posición en la cola
pero parecía que estaban dispuestos a hacernos esperar un rato más. Mientras
aguardábamos pacientes, matamos el tiempo hablando sobre los planes que
haríamos esa noche.. En la calzada algunos
coches se detenían brevemente para descargar algún pasajero, por lo general
padres o madres pero de pronto del fondo de la calle surgió un deportivo rojo
que fue quedándose con varias miradas a su paso. Se detuvo a pocos metros de
donde estábamos. No podía creerlo, un GT-86, hasta hoy sólo sabía de él por
algunas revistas. Aquella fisonomía agresiva y el color satinado, era una
maravilla pero más allá de lo excepcional del coche no presté mayor atención.
Hasta que la puerta se abrió y de su interior escapó aquella melodía caótica y
rápida. Pero antes de poder reaccionar el coche había emprendido la marcha
dejando patente la vigorosidad del motor que ocultaba. Aquella melodía
almacenada en mi memoria. Cuántas veces la habría escuchado vagamente en mis
sueños contemplando su imagen.
-Eli. Reacciona cariño, es bonito pero no es para tanto-. Linda pasaba la mano tratando de cortar el hilo imaginario que nos había unido. –Aunque puestos a elegir… yo me quedaría con el conductor-. Aquella frase quedó coronada por una tímida risita.
-Eli. Reacciona cariño, es bonito pero no es para tanto-. Linda pasaba la mano tratando de cortar el hilo imaginario que nos había unido. –Aunque puestos a elegir… yo me quedaría con el conductor-. Aquella frase quedó coronada por una tímida risita.
-¡Oye! Que estoy aquí. Podías disimular un poco-. La voz de
Alex contestó en una mezcla de falso enfado mientras se lanzaba hacia Lidia que
trataba de zafarse.
-Hombre, qué iba a hacer yo con ese. A ti no te cambiaba por
nada, bueno… tal vez por un conejo.- Entonces aquella risita se volvió una
carcajada general. Aunque yo seguía con aquel recuerdo en mi mente.
-Ey, que ya se abre- La ronca voz de Fran puso orden en
aquel pequeño alboroto. Y funcionó porque recuperamos la compostura, al menos en
apariencia. –Menuda caza vampiros estas hecha, Lidia, si no te separas de
ellos-. Su pequeña sonrisa escondía la mofa más pura.
Tras pasar los controles entramos en el recinto. Los ojos se
me hicieron chiribitas al dar una vista panorámica. Sentí como el monedero se
encogía en mi bota. Empezamos a pasear entre las casetas. Había bastante gente
y eso que solo era primera hora, y todavía faltaban todos aquellos que habían
ido al desfile. El tiempo volaba a nuestro alrededor y la diversión estaba allí
donde mirásemos pero yo, en un segundo plano de mi mente, seguía escuchando
aquellas canciones alocadas. No llegaba a identificar dónde la escuche por
primera vez pero si con quién estaba. Dudaba de mis propios sentidos, temía que
sucediese lo mismo que ocurrió en aquel antro londinense pero sin final feliz.
Pero aquella música… la vaga descripción de Lidia… ¿estaría allí? ¿Sería él?
Claro que dar con él en esa enorme nave sería como encontrar una aguja en un
pajar, autentica casualidad. Pero inconscientemente lo buscaba entre la gente.
El desfile a lo largo de la ciudad había concluido a eso de
las doce y muchos empezaban a entrar en el recinto. Y los disfraces de muchos
de ellos eran impresionantes. Aunque los más llamativos de todos eran unos
cosplay de Los Vengadores, estaban geniales. Fran y Alex se apuntaron al torneo
de “Street fighter” pero no salieron muy bien parados, por poco pero cayeron en
semifinales. En cuanto a Lidia y a mi, optamos por batirnos en un duelo de
baile en el que resulté derrotada por absoluta descoordinación pero fue
bastante divertido.
-Ha sido divertido pero sigo prefiriendo en el coche,
Lidia-. Sentía que me faltaba aire. Pero Lidia se reía, tenía más práctica en
ese terreno.
-Uhhh, no sabia que te iba eso. ¿Quién es el afortunado?- Su
mirada picarona me dio a entender que aquella frase, que me sonó mal según la dije, había sido interpretada de la forma que más temía. – ¿Tal vez el
misterioso conductor de aquel deportivo?-
-Me refería a competir, malpensada, aunque bueno si tu novio
no fuese tan celosillo y se nos quisiese acoplar…- Ambas rompimos a reír pero
lo cierto era que llevaba meses soñando de vez en vez con Arturo pero no era el
tema. –Yo me refería a la canción, era rapidísima-.
-La verdad es que sí. La canción era un poco rápida, pero
bueno-. Me tomó de la mano y fuimos a buscar a los chicos que seguían con el
juego. Había que animarles un poco.
Antes de comer estuvimos jugando a varios juegos de mesa y
logré clasificarme para uno de ellos. Tras acabar aquella batalla decidimos que
era una buena hora para comer y esperar a lo que aquella tarde nos tuviese
reservados.
Parte 11
Parte 11
Es una trama que esta empezando a ser delirante jajajaja estoy esperando a cada momento que aparezcan los dos en la misma escena y cuando parece que va a suceder no es más que un espejismo, una ilusión. Me has enganchado!!!
ResponderEliminarllevo dandole vueltas un par de dias pero (miau), no se me ocurre la frase ideal para adentrar al pobre arturo... en fin espero tener la historia y las ilustraciones... (es mas dificil ilustrarlas que no escribirlas [risas])
ResponderEliminarMe suele pasar. Muchas veces tardo una eternidad en encontrar la fotografía que quiero, y hasta que no lo encuentro no lo publico jajajajaja
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