-Mi
nombre es Elisa- dijo una voz a mi espalda.
Cuando
me di la vuelta aquella chica de ojos inolvidables estaba contemplándome. De
nuevo ese contacto visual prolongado.
-Yo
soy... Arturo, encantado- me percaté del brillo de sus ojos y aquella curva de sus
labios. El corazón me iba a mil pero la mente se había quedado en blanco.
-
Eres rápido. Espero que no lo seas en otras… facetas- ahora aquella curva de
sus labios había dado paso a una picara sonrisa. Ambos estábamos más cerca, y
no se si fue consciente o inconsciente, pero la verdad es que
me gustaba.
-
Pues…, no lo se…- me encogí de hombros. “Vamos… de perdidos al rio, pídeselo y
reza para que no huya entre risas. Ahora o nunca”. Pensé
- …hasta
ahora siempre me ha gustado correr. Nunca he topado con un motivo convincente
que me haga cambiar de opinión- Mi tono de indiferencia me sorprendió incluso a
mí. Que parsimonia, que tranquilidad, ¿de dónde había salido?
-¿Nunca?-
Ahora a la sonrisa se le había añadido un matiz a su mirada. – Esa es una
palabra muy seria- Me susurro esa última frase al oído con una voz tan fina
como el lino. –Puede que… -

-…te
haya convencido, porque te has tomado tu tiempo-. Su risa sincera. Todavía
atrapado por el lazo de sus brazos, evitando el alejamiento, una nueva curva se
abría en aquellos labios dulces. Ahora si tenía ganas de correr. Estaba
pletórico, capaz de rebasar los límites físicos de la velocidad.
-Si,
tienes razón. Has sido muy convincente. Pero quién me asegura que no haya sido
mera casualidad-. Había captado la petición y la ligera atracción de sus brazos
lo confirmaba. Hundiéndonos de nuevo en aquel mar de sensaciones gratas y
adictivas.
-Te
invito a dar una vuelta conmigo. Yo piloto-. Aquello me pilló de sorpresa.
¿Cómo? ¿En serio? ¿Acaso me he perdido algo? Aunque me
gustaría ver como se las gastaba al volante.
-Acepto la invitación. Veamos que sorpresas guardas bajo el capó-.
- El
coche esta ahí, el Nissan 240xs, creo que ya os conocéis- su voz era divertida y cada vez que la miraba descubría algo más que me empujaba hacia
ella.
El
coche estaba escoltado por otros tres de procedencia asiática. El color blanco
resaltaba bajo los vinilos negros que decoraban los laterales. También
resultaba chocante la figurita que colgaba del faldón trasero del coche. ¿Era…
Astaroth? ¿La gustaría la demonología?, ¿el manga tal vez?
Se colocó
en la derecha, tras meterse abrió la puerta izquierda donde aguardaba el
asiento del pasajero y un cinturón de cuatro anclajes. Aposentado y asegurado
la contemple de nuevo, sentada con las manos en el volante. El sonido del motor
era muchísimo más ligero que el mio, suave, casi como un ronroneo felino.
-¿Preparado?-
Me miró por segunda vez, y sonrió.
-Cuando
gustes- No, no estaba preparado, después de aquel beso necesitaba liberar
adrenalina, no cargarme más.

-Estas muy pálido, ¿estás bien?- su voz se desvaneció lentamente, al igual que la visión de los alrededores. Negro. Todo negro.
Quiero el resto tambien por adelantado ,eh?!
ResponderEliminarThe boy's name is Arthur? I mean... isn't it Miguel, maybe? Okay, sorry XD
ResponderEliminarYes, the name of the boy is arthur, why miguel? Do you like that?
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